IGNORA LA PROGRESIÓN BAJO TÚ PROPIO RIESGO

El entrenamiento exitoso tiene dos requerimientos importantes:

1. Debe ser duro.

2. Y constantemente se debe tornar más duro.

Es el segundo aspecto de esto donde las personas pierden el rumbo. Siempre bromeo con mis amigos diciendo que “absolutamente nadie se ha vuelto musculoso, con abdominales y fuerte por accidente”. Claro que hay excepciones a la regla, pero el punto es que si quieres ser mejor que el promedio, debes de realizar las cosas de una forma más intensa, pero de forma inteligente.

Por ejemplo, si tu mejor serie en el “push press” es de 5 repeticiones con 185 lbs, no vas a ponerte más fuerte y musculoso hasta que puedas alcanzar 190 lbs x 5 repeticiones. “Pero es que eso es duro”, muchos dirán. Es exactamente a lo que me refiero. Esa es la razón principal por la cual no hay muchas personas fuertes, musculosas y delgadas en todos lados. Es algo realmente duro de lograr, y además toma mucho tiempo y sacrificio.

La simple progresión es el precio que hay que pagar para llegar a ser grandioso. Pero como la misma sobrecarga progresiva es tan difícil de lograr a largo plazo, muchas personas gradualmente crean hábitos o hacen cosas que los hacen pensar que están avanzando, cuando la realidad es que están haciendo todo lo contrario. Por ejemplo, cuando se cambia de ejercicios muy seguido o en cada sesión de entrenamiento.

Escuchen esto mis queridos lectores: los levantadores más exitosos y que duran décadas entrenando son aquellos que son incansablemente conscientes de sí mismos y que son duros con ellos mismos. Esa es una mentalidad que debes seguir o copiar si realmente quieres llegar a lograr la grandeza del éxito.

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