Estas Lesionado – ¿Ahora Qué?

La realidad es que si entrenas fuerte y constante por un par de años seguidos, lo que puede llegar a suceder es una clase de lesión corporal o ruptura de alguna parte de tu anatomía.  Esto es el inevitable resultado de poner tu cuerpo al límite y bajo estrés una y otra vez.  Pero una lesión no necesariamente tiene que poner fin a tu carrera, a menos que la dejes y se apodere de ti.

Hay cientos de deportistas elites en varias ramas del deporte que han retornado después de una lesión, y no solamente la sobrepasaron, sino que regresaron mucho más fuerte de lo normal.  Claro está que para lograr esto se requiere de tiempo, esfuerzo, paciencia y perseverancia.  Un atleta lesionado no solamente tiene que curar su lesión, sino su mente, y a veces esto es realmente difícil.

Muchas veces el dolor asociado con una lesión deportiva puede llegar a ser debilitante, al punto de que puede afectar la vida diaria de la persona.

Problemas como la falta de movilidad, flexibilidad, inestabilidad y desbalances musculares son aspectos físicos que pueden estar ligados directamente a la lesión.  Si no puedes distinguir la raíz principal de tu problema, busca la ayuda de un especialista, doctor, terapeuta, quiropráctico o masajista que pueda ayudarte con tu inconveniente.  Una vez hayas encontrado la causa, debes desarrollar un protocolo con la ayuda de la persona calificada, y mantenerte con la rehabilitación.  Esto puede que tome cierto tiempo y el proceso puede ser lento y aburrido, pero realmente es vital mantenerte con ello.  Recuerda que al hacer estos pequeños ajustes en una temprana etapa, te van a preparar para hacer grandes cosas después.

Por otro lado, la distracción, falta de motivación y miedo pueden ser factores mentales que pueden causarte una lesión.  Tienes que estar preparado y enfocado en lo que vas a realizar.  De esta manera vas a sentirte con mayor confianza y vas a poder lograr tus objetivos.

TIENES QUE APRENDER A ESCUCHAR A TU CUERPO

Muchas veces tu cuerpo te va enviar señales de una posible lesión.  Dolores y molestias forman parte del juego, pero son formas en la cual tu propio cuerpo te está hablando.  Identifica las causas de esto antes que sea demasiado tarde.  Debes saber cuándo exigirte más de lo normal y cuándo parar.  Dedícale tiempo a tu recuperación y no dudes en visitar a un especialista que te pueda ayudar.

ENFOCATE EN LO QUE PUEDES HACER Y NO EN LO QUE NO PUEDES REALIZAR

Al estar lesionado y no poder entrenar de la forma que usualmente lo hacías, puede ser mentalmente debilitante y frustrante.  Por ejemplo, si no puedes realizar squats, trata de utilizar máquinas para las piernas, o enfócate en trabajo de hipertrofia muscular para la parte superior de tu cuerpo.  Si estás lesionado en el hombro izquierdo, todavía puedes entrenar unilateralmente con el derecho. Aquí es donde la perseverancia y la creatividad entran en juego.

CONFIA EN TU RECUPERACION

Una de las cosas más duras para un atleta es volver a entrenar después de la post-lesión.  Siempre va a ver algo de temor e incertidumbre de volverse a lesionar.  Tienes que tener presente que el proceso de recuperación no solo va a regenerar tu cuerpo, pero tu mente también.  Cada paso que des hacia adelante, es un paso hacia la victoria.  Al ir experimentando y aprendiendo lo que tu cuerpo es capaz de realizar, es lo que te va ayudar a sobrepasar el temor.  Eventualmente va a venir ese gran día, donde todo tu esfuerzo y trabajo duro se van a poner a prueba.

Las lesiones pueden debilitar el cuerpo y la mente de un deportista, pero solo son pequeñas desviaciones en el camino.  No dejes que una lesión te atrape.  Tú debes escoger tu propio destino.  Recuerda que un verdadero atleta rompe con todos los obstáculos que se le presenten.