La Razón Principal por la Cual No Progresas
Esto es lo que tienes que saber con respecto al entrenamiento efectivo. Sin tantas vueltas, voy directo al punto…
Una vez que pases la etapa de principiante (por lo general puede tomar de entre 5-10 años), las ganancias se vuelven más lentas. La asunción natural del ser humano es creer que está haciendo algo mal.
Tienes que dejar de mentirte a ti mismo. Ningún programa o ejercicio mágico va a resolver tu problema de ética de trabajo. Incluso si encuentras el “programa perfecto”, no te va a servir hasta que lo realices de manera continua.
Recuerda que hay una gran diferencia entre motivación y disciplina. La motivación es el deseo de realizar una tarea, mientras que la disciplina es la habilidad de realizar una tarea cuando uno no tiene ganas de hacerla.
Debes construir el músculo de la disciplina. Ve a entrenar incluso cuando no tengas las ganas. Una mala sesión de entrenamiento es mucho mejor que no hacer nada.
Te acuerdas cuando empezaste a entrenar por primera vez?… las ganancias eran fáciles. Uno era joven, la vida era buena, no había casi problemas, dormías 10 horas diarias, tenías cero estreses y te mantenías motivado. Luego, poco a poco pasaron los años y aparecieron más responsabilidades, y el progreso empezó a ponerse un poco lento. Sabes de lo que hablo, yo he pasado por eso también.
Lo que te quiero decir con esto es que no busques ejercicios milagrosos o programas perfectos para solucionar tus problemas. De repente lo tuyo es correr o el CrossFit o simplemente la bicicleta de ruta o el simple gimnasio. No hay nada de malo con esto. Si alguna vez te sentiste o te sientes que tu falta de progreso se debe a factores externos, no te sientas mal, todos los hemos tenido alguna vez. Buscar soluciones externas es sólo parte de la naturaleza humana, pero es una mentira.
No me importa que método utilices, que ejercicios realices, que dietas sigas o que suplementos ingieras. Si no estás trabajando constantemente duro a largo plazo, nunca vas a lograr tus objetivos y te quedarás dando vueltas en un espiral por toda la eternidad.
El común denominador no es el método en sí, eres tú. Puede que sea una píldora amarga de tragar, pero solamente tú tienes el control sobre la consistencia y la ética de trabajo. No cuesta nada, y nadie puede quitártelo.
Debes preocuparte menos por lo que está pasando y preocuparte más por tu ética personal de trabajo.
La disciplina es lo que te llevará al éxito. Es fácil de entender, pero muy difícil de realizar. No se puede aprender de un libro. Tampoco se puede comprar. Sin embargo, se puede desarrollar. Entrena la disciplina como si fuera un músculo. Empieza por pequeños cambios al principio.
Es así de simple… la disciplina, algo poderoso y mágico que te llevará en el camino correcto.
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