ALIMENTACIÓN Y ENTRENAMIENTO EN LA VIDA REAL

Tengo que confesarles algo, mis preguntas favoritas relacionadas al ejercicio físico provienen de gente real. Cuando digo “real” me refiero a esos hombres y mujeres que trabajan y que llevan a una vida normal con trabajos normales, que sirven a la sociedad y que les encanta entrenar de alguna forma.

Recientemente, una joven mujer me escribió a mi correo electrónico diciéndome que ya no tenía tanto tiempo para entrenar. Que en los últimos 9 meses si acaso hacía algo de ejercicio 2 veces a la semana. Todo esto por compromisos laborales, su primer hijo y la vida cotidiana normal. Me comentaba que solía entrenar fuerte en el gimnasio y en su casa con ejercicios funcionales y muchas formas de “squat” (para la #bundagostosa, algo que quieren todas la mujeres). Dejando el relajo por un momento. Todo esto me hizo pensar muy profundamente y me di cuenta que la mayoría de las personas que trabajan pasan por este momento en algún momento de sus vidas.

Para todas esas personas, ya sean hombres o mujeres, les digo que mi secreto mejor guardado para los ocupados, es que simplemente: entrenen tres veces a la semana. Ya veo las quejas. El truco está en entrenar dos días seguidos. En el tercer día de entrenamiento, uno se va a enfocar en las partes débiles del cuerpo y trabajo de cuerpo completo, pero nada excesivo que vaya a comprometer la recuperación.

En mi experiencia, al tener dos días seguidos de entrenamiento, va a servir para poder atacar efectivamente el cuerpo de manera más dura y pesada. Un factor que la gente evita y por eso es que no tienen resultados. Hay que entrenar intenso, pero inteligentemente.

Por ejemplo, puedes hacer los lunes algo de sentadillas y peso muerto, y el martes haces algo para la parte superior del cuerpo (push-press, suspensiones, dips). Descansas dos días seguidos (miércoles y jueves) y vuelves a entrenar el día viernes utilizando algo diferente (ejercicios funcionales, asilamiento, corporales). Los días que no entrenas debes poner énfasis en estiramientos y movilidad (esto lo puedes hacer en tu casa estilo yoga).

EN CUANTO A LA COMIDA

Soy un fiel creyente de que la comida preparada te va a evitar grandes dolores de cabeza, va a salvar tu tiempo, energía e incluso crisis emocionales. Trata simplemente de comprar abundante comida de calidad en el supermercado. Debes incluir fruta, muchos vegetales diversos, arroz, papa, avena, otros tipos de carbohidratos complejos y por su puesto proteína magra (huevos, carne, pollo y pescado). No te pueden faltar las grasas buenas como aceite de oliva extra virgen, aguacates, almendras y nueces.

No te compliques demasiado. Trata de que cada comida que ingieras siempre incluya algo de proteína magra. La proteína te llena más y te a servir para recuperar el músculo estresado por el ejercicio. Por ejemplo:

• Desayuno: avena con huevos revueltos y vegetales.
• Almuerzo: pollo con arroz y vegetales.
• Cena: Estofado de carne con papas y vegetales.
• Merienda o snack: yogurt, una manzana y un puñado de almendras.

Ves a lo que me refiero? Tiene que ser algo fácil y sencillo y que pueda ayudarte a nutrirte.

Recuerda: no te compliques demasiado, programa tu entrenamiento a solo 3 días a la semana para que puedas enfocarte de verdad y prepara tus alimentos con anticipación. No hay nada duro con esto. Simplemente hazlo y punto. Muchas veces las cosas más simples y sencillas son las que mejores resultados te dan.

DE INTERÉS: LA EXCUSA PREFERIDA – NO TENGO TIEMPO

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *