4 Formas de Tener un Día Maravilloso

Por lo general soy un tipo feliz. Disfruto de mi vida, mi trabajo, tengo unos cuantos hobbies, me encanta entrenar y soy bendecido por tener muy buenos amigos y familiares.

Pero como cualquier ser humano, tengo malos días; de hecho, algunas veces tengo días terribles. Esos días en que todo sale mal o no sale como lo planificado. Incluso, días en que apenas me despierto salgo del lado equivocado de la cama y me quedo con un mal humor por las siguientes 4-5 horas.

Pero aunque no puedo evitar los días malos por completo, puedo hacer lo mejor para minimizar la frecuencia de esos días y el impacto que cada uno tiene en nuestras vidas.

Tú también lo puedes hacer. Para ayudarte, te voy a mencionar 4 cosas que puedes realizar para que tus días malos no sean tan malos. Solo algunos trucos simples que harán de tu vida un día mejor.

1. Llama a tu mamá: como dicen, madre solo hay una y nadie te ama más que tu mamá. Las madres están ahí para escucharte, no importa los problemas que tengas o si necesitas un consejo. Las madres te pueden dar perspectiva, apoyo y una buena comida, y de repente, el mundo no parece tan mal.

2. Haz tus propias reglas y deja una marca: hago esto siempre que puedo. Yo decido mi destino, y es tiempo de que el mundo sea un sitio mejor, por lo cual creo mis propias reglas, claro está que dentro de la normas comunes de la sociedad. Nada de “anarquía para todos”. Por ejemplo, simplemente cuando no me siento en el “mood”, dejo lo que estoy haciendo y voy al parque. Camino un poco y observo todo a mí alrededor. A veces uno pierde la perspectiva de las cosas simples de la vida: el viento cuando mueve las hojas de los árboles, el niño riendo en el parque o la señora paseando su perro. Cosas tan simple de verlas que dan alegría, e incluso montarse en el columpio por un par de minutos pueden hacer de mi día uno mucho mejor.

3. Entrena en otro gimnasio o al aire libre: este es más relacionado al fitness, pero muy relevante. No importa lo bien que entrenes o lo bueno de tu programa de ejercicio. Algunas veces uno se aburre de lo mismo. Ahora bien, el instinto de muchos es de cambiar de ejercicios. En mi experiencia, lo mejor que uno puede hacer es realizar lo mismo pero en otro ambiente completamente diferente. Eso le da un descanso a tu mente y sales de la rutina cotidiana. Un cambio de atmósfera es algo completamente diferente y te puede ayudar a un mejor entrenamiento. Has la prueba y saca tus conclusiones.

4. Ponte al día con un viejo amigo: una de las desafortunadas verdades de la vida es que a medida que envejecemos nos alejamos de las personas. Nos ocupamos, nuestras vidas van en diferentes direcciones, nos envolvemos en el trabajo o en las relaciones. Pero, solo porque no salgas, eso no significa que no te importe, y eso nunca es más evidente que cuando te juntas con viejos amigos.

Recientemente me reuní con un viejo amigo y no fue planificado. Ese día salí del trabajo cansado y agotado, pero pude hablar 2 horas con mi amigo de toda clase de temas. Es increíble lo que uno puedo hablar, desde cosas con sentido hasta las locuras más absurdas inimaginables. Ese fue un buen día que saco muchas sonrisas de mi cara. Me sentía bien, liberado, desestresado y muy alegre, tan alegre que esa noche dormí como un bebé. Trata de hacer esto cuando tengas un mal día, y te aseguro que tu día se iluminará, y probablemente el de tu amigo también.

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